En el día Europeo de la Mediación dando luz y valor a seguir con la labor de todos los profesionales que trabajan en este medio y en otros en que lo que prima es el acercamiento con la gente, ahí va la entrada de hoy.
No voy a hablar de qué es la mediación como proceso ni de sus características ya que considero que es lo más obvio (en el blog encontraréis esta información) sino de la parte más íntima y personal que supone para las personas que participan en este proceso.
Os confieso que cuando yo me interesé por la mediación y accedí al curso, pensaba que la mediación como tal era un mero trámite; rellenar un papel y formular una queja y listo! Qué equivocada estaba, nada más lejos de la realidad. Desde el minuto uno, tuve claro que no era así y que la implicación personal, la sensibilidad y las emociones en este proceso eran vitales...está claro que no tenía información suficiente para valorar como se merece a este proceso de cambio y ahora desde otra perspectiva y con todo el conocimiento del que dispongo en la actualidad, me doy cuenta que hay mucha gente que pensaba lo mismo que yo.
ESTO TIENE QUE CAMBIAR Y EN ELLO TENEMOS QUE TRABAJAR.
Las personas que eligen la mediación como alternativa a un proceso judicial o como camino alternativo a la hora de dar solución a su problema, tienen que saber ciertas cosas: no deben ir a mediación sino están decidida/os a intentar cambiar las cosas, no deben ir a mediación si uno/a misma/o no van de manera voluntaria , no deben ir a mediación sino están dispuesta/os a abrir su corazón y por supuesto sus sentimientos, no deben ir a mediación sino están dispuesta/os a valorar otras opiniones y tener presente otras realidades que no son las suyas. Nos ponemos ahora en la piel del mediador, que muy lejos de ser juez o árbitro en el proceso, se pone en la piel de los afectados con una sensibilidad exquisita, escuchando qué no juzgando y limitándose a guiar en el proceso sin juzgar ni tomar partido por ninguna de las partes e invitando a los afectados a qué ellos sean los que deben encontrar la solución e intentar llegar a un acuerdo.
Dónde podemos encontrar amigos/as una solución accesible, que nos deje ser partícipes de cada momento, donde podamos ser nosotras/os mismos sin miedo a mostrar nuestras emociones, sin miedo a mostrar nuestros sentimientos por miedo al qué dirán y miedo al ser juzgadas/os al decidir lo que queremos hacer? Yo lo tengo claro, y espero que las personas que se encuentran en una situación difícil, no se lo piensen más.La mediación puede darles la solución.
Ante las virtudes de la mediación (que son muchas), nos encontramos con una realidad que pasa por el desconocimiento (de la misma) por parte de muchos sectores de la población, es ahí donde queda mucho trabajo por hacer; difusión y sensibilización de la población, de entidades, de agentes sociales, de nuestros vecinos/as... y siempre en colaboración y coordinación con quienes nos puedan tender una mano en tan maravillosa tarea. No es cosa de uno/a es cosa de todos/as.En nuestra mano está y desde objetivo:mediar haremos lo posible por que así sea.
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