Los conflictos tienen una parte irracional, que en muchos momentos predomina sobre la parte racional. La elección de la manera que vamos a intervenir es fundamental y la estrategia es conseguir controlar la situación, de manera que pase de conflicto a problema.
¿Qué es un problema? Es un conflicto con aspectos emocionales controlados. En esta fase cabe plantearse algunos planteamientos para la solución.
A la hora de encarar un conflicto, debemos tener en cuenta lo que no hacer para no crear ambiente y una dinámica negativa.
¿Qué suele crear estas dinámicas negativas?
-Emociones intensas
-Percepciones erróneas o esteriotipos creados por alguna de las partes con respecto a la otra parte.
-Problemas relacionados con la legitimidad
-La falta de confianza
-Mala comunicación.
¿Cómo nos hemos de enfrentar al conflicto?
-Utilizar estrategias que derroten a la otra parte.
-Utilizar estrategias que nos permitan obtener alguno de nuestros intereses a cambio de ceder en otros.
-Utilizar estrategias que contemplen los intereses de las dos partes.
-Utilizar estrategias de renuncia a nuestros propios objetivos para que la otra parte obtenga lo que quiere.
Utilizar estrategias de huida para que ninguna de las partes consiga el objetivo deseado.
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