Resilencia

La  resilencia es una de las habilidades sociales menos conocidas, por lo menos tengo esa impresión. Cuando hablamos de otras habilidades tales como la empatia, asertividad...son más conocidas y en general tenemos un cierto conocimiento de lo que suponen o significan.

Cuando hablamos en general de la resilencia, muchas personas no saben a que se refiere, reconocen que han oido hablar de ella pero no saben lo que significa, ni lo que implica.

La resilencia es una de las habilidades sociales más importantes, que consiste en la capacidad que tenemos los seres humanos a la hora de afrontar o superar un trauma o una situación difícil. 

Como es lógico, cada persona tenemos nuestra forma de afrontar estas situaciones o traumas de diferente manera para poder salir del pozo y mirar al futuro. Lo que está claro, es que necesitamos de esta habilidad para fortalecernos y salir hacia delante, de la manera que nos sea mejor para nosotros, utilizando diferentes estrategias y otras habilidades. Al igual que pasa con otras habilidades se pueden trabajar y es ideal hacerlo desde que somos niños (eso sería lo ideal), aunque no siempre ocurre.

A la hora de enfrentarse a  un trauma, pueden pasar dos cosas, que la persona en cuestión pueda con ello y se haga fuerte ante la adversidad, es decir sabe darle la vuelta y transformar esa terrible situación en algo positivo que le ayude a seguir con su vida o por el contrario la situación se vuelve en su contra y puede con ella. .

La resilencia va muy ligada a la autoestima, por lo tanto es muy importante trabajar la autoestima desde que somos niños. Es vital que desde pequeños, demos a los niños unas pautas para poder enfrentarse a la vida de una forma sana y constructiva y que sepan gestionar diferentes situaciones de una manera siempre en "positivo". Debemos motivarles, siempre en positivo para que la reacción ante un problema o una situación traumática vaya en una única dirección,que el impacto o el daño ocasionado no sea muy profundo ni doloroso y si lo es, llevarlo de la mejor manera posible para poder seguir el camino.

Es ideal dotar a los niños de herramientas desde casa, desde su entorno familiar que le permitirán afrontar los problemas de una forma más resolutiva; dotarles de cariño, de afecto, de compresión (con todo lo que ello implica), y sobre todo dotarles de un conocimiento sobre sí mismo, es decir de sus posibilidades y también de sus limitaciones y apostar por todo su potencial y ayudarles a confiar en ellos mismos y en sus posibilidades. Es obvio que situaciones de reproches, malas caras, incomprensión no ayudaran para nada en el proceso.

Si trasladamos esto a la vida adulta, deberíamos saber que cualquier problema o situación traumatica se sobrelleva mejor pensando en positivo y mirando hacia el futuro.