Os preguntaréis a que viene una entrada con este título ¿verdad? es muy sencillo. Durante esta pasada semana he sentido la necesidad de comunicarme sintiéndome muy limitada y fuera de lugar sin saber qué hacer.
Todo esto viene al hilo evidentemente del tema del blog, la mediación como alternativa a la resolución de conflictos mediante la comunicación y el diálogo; de éstos dos aspectos va a ir la entrada de hoy.
Voy a hablar de esta experiencia en primera persona, dando mi opinión al respecto y llevándolo al aspecto comunicativo que es lo que nos interesa.
Estos días he tenido en casa una chica de fuera que ha hecho un intercambio con mi hija mayor. La verdad que teníamos todos muchísima ilusión con la experiencia pero realmente no ha sido como esperaba. Antes de que ella llegara a casa ya me preguntaba como sería la comunicación con una persona que no conoces de nada y que desconoce casi por completo tú idioma y no digamos yo el suyo (ni idea). Entiendo que en un primer encuentro la tensión junto con la emoción es evidente y que seguramente no puedes controlar ciertos aspectos importantes para tú posterior relación con esa persona; todo pasa muy rápido, quieres agradar a esa persona y cómo no la primera impresión es muy importante y te da la pauta de cómo irá la semana. Yo no me equivoqué...
De la primera impresión de la chica (no a nivel personal ya que no la conozco, ni es mi misión hablar aquí) pero sí a un nivel relacional, vi claramente que era una persona educada y amable pero fría y distante a la vez. Su intención de comunicarse iba a ser mínima, solamente en los aspectos que requería de nuestra ayuda obviamente (comidas, aseo, horarios ect) pero por lo demás ni un ápice de intención de relacionarse, ni con mi hija ni con el resto de la familia.
Ante esa situación ¿Que haces?. Tuve que "mediar" entre mi hija y ella a nivel muy básico; acercar posturas, sacar temas que pudieran interesar a ambas, propiciar diálogos mientras comíamos o la llevamos a ver la ciudad, ser totalmente neutral y no tomar partido por ninguna al contrario hacer ver las dificultades tanto de la una como de la otra a la hora de relacionarse y tomar consciencia de la dificultad de comunicarse cuando una persona está fuera de su entrono o no conoce bien el idioma u otros motivos más personales.
Analizando un poquito este fin de semana la situación y repasando alguna de las situaciones que he vivido me he dado cuenta de que decepcionante es querer dar lo mejor de tí a alguien pero no saber cómo, de querer transmitir tú sentir a la otra persona y encontrarte con un muro... Está claro que no todas las personas nos relacionamos de la misma manera ni necesitamos hacerlo, ni creemos importante la comunicación salvo para situaciones concretas de supervivencia, ni somos empáticos con los demás ni con su situación, ni tenemos las mismas habilidades para relacionarnos ni comunicarnos entre nosotros.......en este caso en concreto doy por sentado que la chica ni era rara ni era antipática, simplemente no conectamos, no nos relacionamos y por supuesto tengo muy presente que es una adolescente fuera de su entorno y de su familia y eso pesa mucho. Estoy segura que en su entorno más cercano no es así.
Esta experiencia me ha llevado a la necesidad de profundizar en más técnicas y habilidades comunicativas y en como resolver necesidades concretas al respecto (iré hablando de ellas en el blog).Me hubiera gustado poder disfrutar más de la experiencia y realmente establecer algún tipo de relación o vínculo pero no ha sido posible. Otra vez será.Por ello digo Bendita Comunicación!!!
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